Héctor García (1923-2012) Creatividad – Arte

«Héctor García fue a hacer un reportaje de la aftosa en el Bajío [en el centro de México]. Apabulló a todos cuantos lo vieron con sus actitudes de fotógrafo genial; hizo temblar a los compañeros que lo vieron arrastrarse por el suelo, trepar hasta la punta de los árboles y bajar en paracaídas para sorprender el idilio de una vaca. En vez de un reportaje de la campaña contra la fiebre aftosa, trajo una magnífica colección de nubes, de árboles retorcidos y de crepúsculos dorados. Y Ortega, claro está, lo mandó con cajas destempladas a repetir el reportaje.»

Fuente: Solís Arturo. La escritura luminosa de Héctor GarcíaDisponible en http://www.forbes.com.mx/la-escritura-luminosa-de-hector-garcia/ Consultada el 27 de enero de 2015

Héctor García (1923-2012) Mérito – Reconocimiento

Alberto Carbot, periodista, cuenta de Héctor García, uno de los fotógrafos mexicanos más importantes de la historia: «Es común que un reportero diga ‘mi fotógrafo’, pero en nuestras aventuras periodísticas, yo era el reportero ‘del fotógrafo García’”.

Héctor García (1923-2012) Fotógrafo – Editor – Revista

El maestro Héctor García, fotoperiodista mexicano, narra que al llevar sus fotos con el director de la revista Mañana, Regino Hernández Llergo, éste alababa sus fotos. Veía una y decía «esta es para la historia», luego otra y decía «ésta se publica». Una vez, cuando el editor salió de su oficina, el fotógrafo se asomó del otro lado del escritorio para ver cuáles eran las fotografías «para la historia» y se dio cuenta que estaban en el cesto de la basura.

San Martín, José de (1778-1850) SECRETO- IRONÍA

En una ocasión se presentó al general San Martín un oficial de su ejército y le pidió hablar con el ciudadano don José San Martín, y no con el general don José San Martín. El valiente caudillo de la independencia americana accedió a la singular entrevista que se le pedía, y el oficial, amparándose en la palabra de honor que previamente había solicitado de San Martín de mantener un total silencio sobre lo que iba a referirle, le expuso que era habilitado de un Cuerpo y había perdido en el juego el dinero de los pagos de aquel mes.

El general lo escuchó todo sin decir una palabra, y luego de varios minutos donde reinó un silencio absoluto, se dirigió hacia la gaveta y le entregó en onzas de oro la suma perdida, mientras le decía:

-Reintegre ese dinero a la caja de su Cuerpo, y guarde a su vez un secreto porque si alguna vez el general San Martín llega a saber que usted ha divulgado lo sucedido, en el acto lo mandará a fusilar.

Sand, George (1804-1876) HUMOR- TRAVESTISMO

George Sand vestía muy a menudo ropas masculinas, aunque pocas mujeres la superaron en femineidad.

Una vez, vistiendo de hombre como siempre, formaba parte de una excursión campestre de escritores, y decidieron visitar cierto convento de cartujos. Pero el sacerdote guardián que les franqueó la entrada detuvo a la novelista, diciéndole con tanta humildad como firmeza:

-Caballero, aquí no pueden entrar señoras.

Sand, George (1804-1876) VENGANZA- CASTIGO- IRONÍA

Solange, su hija, se casó muy joven con un pintor mediocre llamado Clésinger. George Sand nunca aprobó aquel matrimonio. Incluso lanzó una amenaza literaria contra su futuro yerno.

-Si usted se atreve a casarse con Solagne-le dijo- lo haré protagonista de mis libros. Sin decir su nombre, le aseguro que todos lo conocerán.

Y Clésinger, que gozaba de una buena agilidad mental, le respondió:

-Y yo, en venganza, la pintaré desnuda, pero con el rostro tapado. Estoy seguro de que, si no todo el mundo, muchos hombres la reconocerán.

Sand, George (1804-1876) AMOR- EDAD

Musset y Chopin fueron los hombres a quienes más quiso. Ambos eran seis años menores que ella. Cuando vivía Chopin, un amigo le comentó recordando ese detalle:

-Sin dudas te gustan los jóvenes más jóvenes que tú.

-Sí, porque creo que todas las mujeres, junto a un hombre amado, nos sentimos un pco madres. Yo nunca hubiera podido enamorarme de un hombre mucho mayor que yo.

Salaverry, Felipe Santiago (1806-1836) MALAINTERPRETACIÓN

Durante la guerra Salaverry conoció a Paiva, un indio cuzqueño que se caracterizaba por su gran estatura, su enorme fuerza y su fidelidad, el cual no pudo ascender más que a capitán debido a su poca inteligencia.

Salaverry lo utilizó durante su periodo presidencial en diferentes misiones. En una ocasión le hizo la siguiente enmienda:

-Vete a tal lugar y encontrarás a don Fulano. Me lo traes preso; pero si por casualidad no lo encuentras allí, allana su casa.

Horas más tarde llegó el capitán y le dijo:

-Cumplida la orden. No encontré a ese sujeto donde me dijiste, pero su casa la dejé tan llana como la palma de la mano. No ha quedado nada en pie.

Russell, Bertrand (1872-1970) FILOSOFÍA

En sus últimos días se alimentaba sólo de puré, té y whisky.

Una vez, en una charla, le pidieron que ofreciera algún buen consejo filosófico sobre la vida. Entonces el filósofo dijo que podía dar tres:

-Tener el valor para aceptar resignadamente las cosas que no se pueden cambiar; tener la persistencia suficiente para cambiar aquellas que se pueden cambiar; y poseer inteligencia indispensable para no confundir nunca las unas con las otras.