San Martín, José de (1778-1850) SECRETO- IRONÍA

En una ocasión se presentó al general San Martín un oficial de su ejército y le pidió hablar con el ciudadano don José San Martín, y no con el general don José San Martín. El valiente caudillo de la independencia americana accedió a la singular entrevista que se le pedía, y el oficial, amparándose en la palabra de honor que previamente había solicitado de San Martín de mantener un total silencio sobre lo que iba a referirle, le expuso que era habilitado de un Cuerpo y había perdido en el juego el dinero de los pagos de aquel mes.

El general lo escuchó todo sin decir una palabra, y luego de varios minutos donde reinó un silencio absoluto, se dirigió hacia la gaveta y le entregó en onzas de oro la suma perdida, mientras le decía:

-Reintegre ese dinero a la caja de su Cuerpo, y guarde a su vez un secreto porque si alguna vez el general San Martín llega a saber que usted ha divulgado lo sucedido, en el acto lo mandará a fusilar.

Sand, George (1804-1876) HUMOR- TRAVESTISMO

George Sand vestía muy a menudo ropas masculinas, aunque pocas mujeres la superaron en femineidad.

Una vez, vistiendo de hombre como siempre, formaba parte de una excursión campestre de escritores, y decidieron visitar cierto convento de cartujos. Pero el sacerdote guardián que les franqueó la entrada detuvo a la novelista, diciéndole con tanta humildad como firmeza:

-Caballero, aquí no pueden entrar señoras.

Sand, George (1804-1876) VENGANZA- CASTIGO- IRONÍA

Solange, su hija, se casó muy joven con un pintor mediocre llamado Clésinger. George Sand nunca aprobó aquel matrimonio. Incluso lanzó una amenaza literaria contra su futuro yerno.

-Si usted se atreve a casarse con Solagne-le dijo- lo haré protagonista de mis libros. Sin decir su nombre, le aseguro que todos lo conocerán.

Y Clésinger, que gozaba de una buena agilidad mental, le respondió:

-Y yo, en venganza, la pintaré desnuda, pero con el rostro tapado. Estoy seguro de que, si no todo el mundo, muchos hombres la reconocerán.

Sand, George (1804-1876) AMOR- EDAD

Musset y Chopin fueron los hombres a quienes más quiso. Ambos eran seis años menores que ella. Cuando vivía Chopin, un amigo le comentó recordando ese detalle:

-Sin dudas te gustan los jóvenes más jóvenes que tú.

-Sí, porque creo que todas las mujeres, junto a un hombre amado, nos sentimos un pco madres. Yo nunca hubiera podido enamorarme de un hombre mucho mayor que yo.

Salaverry, Felipe Santiago (1806-1836) MALAINTERPRETACIÓN

Durante la guerra Salaverry conoció a Paiva, un indio cuzqueño que se caracterizaba por su gran estatura, su enorme fuerza y su fidelidad, el cual no pudo ascender más que a capitán debido a su poca inteligencia.

Salaverry lo utilizó durante su periodo presidencial en diferentes misiones. En una ocasión le hizo la siguiente enmienda:

-Vete a tal lugar y encontrarás a don Fulano. Me lo traes preso; pero si por casualidad no lo encuentras allí, allana su casa.

Horas más tarde llegó el capitán y le dijo:

-Cumplida la orden. No encontré a ese sujeto donde me dijiste, pero su casa la dejé tan llana como la palma de la mano. No ha quedado nada en pie.

Russell, Bertrand (1872-1970) FILOSOFÍA

En sus últimos días se alimentaba sólo de puré, té y whisky.

Una vez, en una charla, le pidieron que ofreciera algún buen consejo filosófico sobre la vida. Entonces el filósofo dijo que podía dar tres:

-Tener el valor para aceptar resignadamente las cosas que no se pueden cambiar; tener la persistencia suficiente para cambiar aquellas que se pueden cambiar; y poseer inteligencia indispensable para no confundir nunca las unas con las otras.

Rubinstein, Arturo (1887-1982) IRONÍA- VIRTUOSISMO

Rubinstein firmó un contrato para obtener ciertos conciertos en el Carnegie Hall. Aunque no se conoce exactamente la cantidad que cobraba por cada concierto, sí es de todos conocido que era una elevada suma. El director del teatro, sorprendido por el exceso de dinero que el pianista pedía le dijo:

-Eso es mucho dinero. Usted pretende ganar en dos horas igual de lo que gana el presidente de los Estados Unidos en dos meses.

-Yo no pretendo nada ni deseo ganar nada; es más, ni siquiera estoy interesado en tocar aquí. Ahora bien, si usted cree que el presidente está mal pagado, contrátelo como pianista y páguele a él lo que yo le pido para mí.

Rubens, Pedro Pablo (1577-1640) MATRIMONIO

A la edad de 53 años contrajo matrimonio con Elena Fourment, de sólo 16, la cual le sirvió como modelo. En cierta ocasión le hicieron una pregunta indiscreta.

-¿No le causa cierto embarazo haberse casado con una muchacha tan joven, a su edad?

-A mí, no, pero ella supongo que sí. Siempre me ha gustado ver a las mujeres en apuros; tienen más gracia y dan la impresión de necesitarnos más.

Rubens, Pedro Pablo (1577-1640) TRABAJO

Rubens fue un pintor aristócrata, amigo de reyes, y se complació de pintar desnudos de mujeres rollizas y sonrojadas. Sus alumnos lo ayudaban a pintar sus grandes cuadros.

Un día lo fue a visitar un alquimista y le propuso invertir dinero en la búsqueda de la piedra filosofal.

-La encontraré, se lo aseguro. Pero para ello me hace falta dinero…

-Disculpe, hace años es posible que me hubiera interesado, pero ahora no, porque ya encontré la piedra filosofal.

-¿Habla usted enserio? ¿Dónde está?

Rubens le enseño su paleta de pintor, y le respondió:

-Ésta es mi piedra filosofal.