En cierta ocasión, un amigo que se encontraba en una situación desesperante, le pedía consejo a Rockefeller.
Me deben $50,000 y no tengo comprobante de esa deuda, ¿Qué usted cree que pueda hacer?
El multimillonario que gozaba de una mente privilegiada y hacia gala de gran astucia, le contestó:
-Escríbale una carta pidiéndole cine mil dólares que le debe. Estoy convencido que le responderá explicándole que está equivocado, que no son cien mil, sino cincuenta mil. Y esa carta de su puño y letra le será su mejor comprobante.