Una prueba de la gran popularidad de las obras de Dickens, nos lo muestra el hecho de que la gente lo detenía en la calle, y le preguntaban detalles sobre sus personajes. Sus novelas se publicaban por fascículos y eran leídas con tanto interés, que detenían al autor para preguntarle cómo continuaba el argumento, sin que el mismo Dickens pudiera contestarles, por que muchas veces no lo sabía.
En cierta ocasión, una desconocida se le acercó a estrecharle la mano y le dijo:
-Quiero estrechar esta mano que me ha llenado la casa de tantos buenos amigos.
Se refería a los personajes de sus libros.