Rossini, Gioacchino (1782-1868) ADMIRADOR- IMPORTUNIO

Un insistente admirador le pidió a Rossini varias veces que le pusiera un autógrafo en su álbum. A lo que el maestro le respondía una y otra vez:

-Otro día, otro día.

Hasta que una de esas veces, el inoportuno admirador exclamó:

-No hay otro día, pues mañana me voy a París, y no tendré más ocasión de verlo.

Rossini convencido de que no vería más al importuno, escribió en el álbum. “Buen viaje y esperemos que sea verdad lo de la ocasión.”

Proust, Marcel (1871-1922) SUPERFICIALIDAD

Proust solía frecuentar asiduamente los salones de París y tenía buenas amistades en la alta sociedad francesa. Una señora le pidió un autógrafo y le ofreció un álbum. Proust abrió el álbum, buscó con lentitud una hoja vacía para escribir algo que valiera la pena, y comenzó a pensar. Tanto tardaba tratando de escribir un hermoso mensaje, que el propio esposo de la dueña del álbum se atrevió a decirle:

-No se preocupe, querido amigo, escriba lo primero que se le ocurra, cualquier nimiedad. Eso sí, todo menos un pensamiento profundo: es para mi mujer.

Goethe, Johann Wolfgang von (1749-1832) GALANTERÍA- AUTÓGRAFO

En su época se acostumbraba recoger, en álbumes, autógrafos de personajes famosos. Una princesa romana, durante el viaje de Goethe por Italia, le pidió un autógrafo, a lo que el poeta le respondió:

-Hágame un pregunta en el álbum y se la contestaré.

La princesa le mandó el álbum con la siguiente pregunta:

-Si no fuera Goethe ¿Quién le gustaría ser?

Y Goethe le contestó:

-Aquí en Roma, su príncipe.