Turgueniev, Iván (1818-1883) JUVENTUD- GALANTEO

Conoció a Paulina Viardot en París. A menudo se paseaba con ella por los sitios más frecuentados, hasta que un día alguien le preguntó si pensaba casarse. El escritor, sonriendo, le contestó al curioso interrogador.

-Me encantan las flores, y en invierno casi no las hay en París. Junto a Paulina, me parece como si llevara una hermosa flor en el ojal. Y por supuesto, esto me rejuvenece.

Ibsen, Henrick (1828-1906) AMOR- CASAMIENTO- PRUEBA

Ibsen se casó con la hija de un pastor protestante. La conoció, se enamoró de la muchacha y le escribió una extensa carta donde le declaraba su amor. En ella, le decía que iría a verla a las cinco de la tarde. Añadía que se ella no le correspondía, bastaría solo con que no estuviera en casa, pero si ella le recibía, significaría una aceptación.

Llegó a la casa a las cinco en punto y preguntó si la muchacha estaba ahí. La sirvienta le dijo que sí, que aguardara, pues ella no tardaría en salir. Lo condujo a un saloncito, donde estuvo Ibsen esperando alrededor de dos horas. Inquieto y temeroso de que sólo se trataba de una pérdida de tiempo, ya estaba a punto de marcharse cuando de repente se oyó una risa femenina que salía detrás del sofá: era la muchacha que había permanecido escondida en la incómodo posición durante todo aquel tiempo. Ibsen, muy sorprendido preguntó:

-¿Estabas aquí?

-Sí; escondida

-¿Por qué?

-Quería probar tu paciencia, y con ello, tu amor.

Ibsen había salido airoso de la prueba, a consecuencia de la cual, no tardó en casarse con la bromista muchacha.

Byron, lord (1788-1824) PESAR- CASAMIENTO- ARREPENTIMIENTO

Se casó sin estar enamorado, sin razones que ningún biógrafo ha podido explicar. A sus amigos, le contó después la noche de su boda:

-Me desperté a altas horas de la noche, vi un brasero encendido y creía que estaba en el infierno. Después, cuando me di cuenta de la verdad, supe que era mucho peor, estaba casado y con mi mujer ahí.