Blasco Ibáñez, Vicente (1867-1928) DEDICACIÓN -POPULARIDAD

El novelista tuvo un tiempo de mucha popularidad y algunas de sus obras fueron llevadas a la pantalla, entre ellas, Los cuatro jinetes del Apocalipsis, por lo que en uno de sus viajes de regreso a América Latina, existían versiones piratas, no sólo reediciones de obras que tenían éxito y que se hacían sin consentimiento del autor, y desde luego sin pagarle derechos,  si no que obras que nunca había escrito cierto autor y se publicaban con su nombre, y el libro que le ofrecía aquella señora era uno de éstos.  Blasco Ibáñez desconocía la existencia de aquel libro, cuyo título leía por primera vez.

-Este libro no lo he escrito yo- aseveró el escritor.

La señora, vivamente sorprendida, quedó en extremo desilusionada .

-¡Vaya! Con lo que me ha costado llegar hasta aquí y que no me sirva de nada.

-No se preocupe señora, se lo firmaré igual.

Y lo firmó con esta dedicatoria “ En homenaje de amistad, ocasionalmente demostrada, a la señora tal y tal dedico este libro que no he escrito yo” y firmó.

Ludwig van Beethoven -vanidad, dedicatoria

beethovenBeethoven era un entusiasta de Napoleón Bonaparte y le había dedicado la tercera sinfonía, la Heroica. En la dedicatoria, había escrito con un sentimiento de admiración: «A la memoria de un gran hombre». Cuando supo que Napoleón se había coronado a sí mismo emperador, borró la dedicatoria, y parece ser que hizo este comentario:

-Al fin y al cabo, es un hombre como todos.