Rubinstein, Arturo (1887-1982) IRONÍA- VIRTUOSISMO

Rubinstein firmó un contrato para obtener ciertos conciertos en el Carnegie Hall. Aunque no se conoce exactamente la cantidad que cobraba por cada concierto, sí es de todos conocido que era una elevada suma. El director del teatro, sorprendido por el exceso de dinero que el pianista pedía le dijo:

-Eso es mucho dinero. Usted pretende ganar en dos horas igual de lo que gana el presidente de los Estados Unidos en dos meses.

-Yo no pretendo nada ni deseo ganar nada; es más, ni siquiera estoy interesado en tocar aquí. Ahora bien, si usted cree que el presidente está mal pagado, contrátelo como pianista y páguele a él lo que yo le pido para mí.

Rossini, Gioacchino (1782-1868) MONUMENTO

Rossini murió en París, pero había vivido mucho tiempo en Florencia, donde se proyectó erigirle un monumento. El músico no estaba por entonces muy abundante de dinero y cuando se enteró de la noticia, preguntó:

-¿Qué cantidad piensan gastar?

-Alrededor de unas veinte mil liras.

-Si me dan la mitad y con el resto construyen un pedestal, yo soy capaz de subirme en el mismo.

Shaw, George Bernard (1856-1950) DONACIÓN- PRÉSTAMO- PARENTESCO

Un desconocido pidió una entrevista con Shaw. Al principio el escritor le negó rotundamente, pero ante la insistencia del hombre, lo mandó a pasar:

Una vez que el hombre estuvo en presencia de Shaw, le pidió dinero inmediatamente, con el siguiente razonamiento:

-Somos de la misma familia y es justo que nos ayudemos los unos a los otros.

-¿Ha dicho usted de la misma familia? ¿Cómo es eso?

-Sí; ambos descendemos de Adán y Eva- dijo el visitante sonriente, pensando que había ganado la partida.

Shaw metió la mano en el bolsillo y le dio un chelín:

-Ahí tiene mi aporte. Si los demás miembros de nuestra “familia” le dan lo mismo, no tardará en ser más rico que yo.

Morgan, Pierpont (1837-1913) PERSEVERANCIA- APUESTA- ENTREVISTA

Jamás concedía entrevistas a os periodistas. Una vez en Londres, un joven periodista le solicitó una entrevista. Morgan le hizo llegar la acostumbrada negativa, pero el periodista insistió una y otra vez, hasta que Morgan le hizo llegar esta contestación.

-Cada minuto de la vida del Señor Morgan vale cien libras.

El periodista siguió insistiendo:

-Por favor, dígale al señor Morgan que mis minutos valen mucho más y, sin embargo, se los estoy dedicando.

Por su curiosidad ante tanta insistencia, el multimillonario le hizo pasar y sin ofrecerle asiento, le preguntó:

-Pues bien ¿qué desea de mí?

-Solo pagarle las doscientas libras por los dos minutos que le haré perder.

-bien, pero usted ha dicho que sus minutos valen más que los míos y quiero que me lo explique.

-Efectivamente, he apostado con mis compañeros de redacción quinientas libras a que usted me recibirá y que conversaríamos. Como es evidente, he ganado la apuesta- dijo tomándose tiempo y actuando con frialdad pasmosa-. Le pagó sus doscientas libras y yo me gano trescientos. ¿No es acaso mi tiempo más valioso que el suyo?

Morgan, Pierpont (1837-1913) DINERO- TRANQUILIDAD

Pierpont Morgan era un buen alumno de matemáticas. Un día su profesor le dijo:

-Si sigues estudiando matemáticas podrás ser un magnífico profesor.

-Me gustaría tanto… pero quizá mi padre prefiera que lo ayude en sus negocios.

-Sería lamentable que no te dedicaras a esta materia en la que tanto destacas.

Morgan recordando aquella conversación entre un grupo de amigos, comentaba años después.

-Si hubiera seguido los consejos de mi maestro habría vivido mucho más tranquilo.

-Quizás, pero con mucho menos dinero.- repuso un amigo.

-Por supuesto. Pero con el dinero no he podido comprar la tranquilidad que tanto he anhelado siempre.

Stalin, José (1879-1953) CONVENCIMIENTO- DICTADURA

Cuando gobernaba el tiránico Stalin se hizo un empréstito público. Había agentes por todo el país que recogían el dinero para cubrir el empréstito, los cuales garantizaban que en cinco años se devolvería todo. Un campesino, que no creía nada de lo que los comunistas decían, preguntaba:

-¿Quién me garantiza tal devolución?

-Stalin mismo, por supuesto.

-¿Y si Stalin muere, quién responderá entonces?

-El partido Comunista, camarada.

-¿Y si el Partido Comunista desaparece?

Y el agente, que tampoco estaba de acuerdo con el régimen dictatorial, le respondió:

-¿Y acaso no estaría dispuesto usted a dar unos míseros cien rublos por dicha desaparición?

Maugham, William Somerset (1874-1965) DINERO- CORRESPONDENCIA

Opinaba que muchas cosas son más importantes que el dinero. Pero para que muchas de ellas, son necesarias grandes sumas.

Poco tiempo antes de morir, hizo pública una cláusula de su testamento en la que rogaba a todos lo que tenían cartas escritas por él que las destruyeran. Lo pedía para que fueran a evitar a parar a manos de coleccionistas, pues según sus propias palabras:

-Una carta sólo tiene sentido para quien la escribe y para quien la recibe, e incluso para ambos tiene un auténtico sentido sólo en el momento que se escribe y se recibe. Después, ya no.

Liszt, Franz (1811-1886) PAZ- DINERO- PROPOSICIÓN

Unos meses antes de su muerte, a los setenta y cuatro años de edad, un famoso empresario le ofreció dos millones de marcos para que tocara una serie de conciertos en los Estados Unidos. El músico, luego de pensarlos unos minutos le respondió:

-Lo siento, no puedo aceptar. Estoy agotado, necesito paz.

-¡Pero son dos millones…!

-¿Para qué quiero tanto dinero? El dinero no me devolverá cuanto me ha quitado la vida misma.