Gogol, Nicolás (1809-1852) IMAGINACIÓN

Gogol mostró desde su infancia una imaginación sorprendente. Se conducía siempre como si fuera otro y se moviera en un mundo imaginario. En el colegio trataba a sus compañeros unas veces como si fueran súbditos; otras como si les hablara un bandido o un ermitaño, por lo que sus condiscípulos le llamaban el Enano Misterioso.

Más tarde, cuando ya escribía sus primeras páginas, con este apodo firmó el famoso escritor algunas de sus colaboraciones en los diarios.

Blasco Ibáñez, Vicente (1867-1928) DEDICACIÓN -POPULARIDAD

El novelista tuvo un tiempo de mucha popularidad y algunas de sus obras fueron llevadas a la pantalla, entre ellas, Los cuatro jinetes del Apocalipsis, por lo que en uno de sus viajes de regreso a América Latina, existían versiones piratas, no sólo reediciones de obras que tenían éxito y que se hacían sin consentimiento del autor, y desde luego sin pagarle derechos,  si no que obras que nunca había escrito cierto autor y se publicaban con su nombre, y el libro que le ofrecía aquella señora era uno de éstos.  Blasco Ibáñez desconocía la existencia de aquel libro, cuyo título leía por primera vez.

-Este libro no lo he escrito yo- aseveró el escritor.

La señora, vivamente sorprendida, quedó en extremo desilusionada .

-¡Vaya! Con lo que me ha costado llegar hasta aquí y que no me sirva de nada.

-No se preocupe señora, se lo firmaré igual.

Y lo firmó con esta dedicatoria “ En homenaje de amistad, ocasionalmente demostrada, a la señora tal y tal dedico este libro que no he escrito yo” y firmó.