Mozart, Wolfgang Amadeus (1756-1791) MISTERIO- PREMONICIÓN

El mismo año en que murió, un desconocido le encargó una misa de réquiem. La terminó el día antes de morir y aseguraba que aquella se tocaría en sus funerales. Mozart nunca supo quién era el desconocido, y estaba convencido que se trataba de un enviado del otro mundo que, con aquel encargo, le había anunciado su próximo fin. Nadie fue a recoger la misa jamás, por lo que ese hecho ha quedado como un gran misterio en la vida del músico.

Beethoven, Ludwing van (1770-1827) ENTIERRO- POPULARIDAD

El entierro de Beethoven fue una de las manifestaciones de duelo más multitudinarias que se han  visto jamás. Un forastero preguntó a una anciana que estaba mirando pasar la comitiva fúnebre:

-¿Qué es esto? ¿Qué ocurre?

-Seguro que ustedes vienen de muy lejos, pues no saben quién ha muerto. ¡Ha muerto Beethoven!

Y a la ancianita, sin poderse contener, se echó a llorar.