Madero encabezó la revolución que derrocó a Porfirio Díaz. Entre los primeros que se le unieron en las cruentas batallas, se hallaba el famoso Pancho Villa. En cierta ocasión quiso telegrafiar a Madero en el transcurso de la batalla, y le envió el siguiente texto: “Hice veinte prisioneros. Los fusilé provisionalmente. Dígame que hago con ellos”.
La respuesta de Madero fue, por supuesto, “Entiérrelos”.
La condena a muerte de Dostoievski fue resulta con la máxima crueldad por las autoridades. Eran varios los condenados, todos por delito de traición política. Los llevaban al sitio donde efectuaban los fusilamientos, ataron a cada uno a un palo y les enseñaron las fosas abiertas allí mismo. Se formó el pelotón y el capitán dio la orden fatal.
-¡Fuego!
Pero no sonó ningún disparo. Había llegado la orden de indulto y de condena a trabajos forzados en Siberia, más por crueldad, los hicieron pasar por el mal rato de esperar la muerte cara a cara.
Anecdotario del Profr. Colorado 