Robespierre, Maximiliano (1758-1794) SOLIDARIDAD- MUERTE

Robespierre tenía un hermano, Agustín, que siempre lo apoyó en todo. Cuando el “incorruptible” fue acusado de asesinato ante la Convención, Agustín gritó:

-Si mi hermano es culpable, yo también lo soy. Colaboré en su gobierno activamente, por lo tanto deseo correr su misma suerte.

Condenados a muerte, el día de su ejecución, mal heridos, fueron llevados al caldoso.

Se hallaba presente una madre cuyos hijos habían sido guillotinados por orden del tirano. Cuando el verdugo mostró la cabeza de Robespierre, separada del cuerpo como era de costumbre, la adolorida mujer gritó con todas las fuerzas de su pecho:

-¡Mátelo otra vez! ¡Mátelo otra vez!

Beethoven, Ludwing van (1770-1827) GENIO- LOCURA

Estuvo en cierta ocasión en casa de su hermano. Daba ahí largo paseos componiendo siempre música, de memoria. Iba gesticulando, gritando y cantando. Los campesinos que vivían en el lugar, lo veían pasar y se asustaban por su “extraña manera” de actuar. Hasta que supieron que era el hermano de Beethoven de ahí, y que, además, era músico. Cierta día, un campesino, lleno de curiosidad, se acercó a hablarle.

-¿Por qué hace todo esto cuando está solo?

-¿Todo esto? Todo esto es hacer música.

-¿Y la música se hace así?

-Yo, si. Yo la hago así.

Parece que después el campesino dijo a los de su casa:

-¡Pobre señor Beethoven! Su hermano está medio loco.