Edison tenía su casa de campo, donde lo visitaban sus amigos. cierto día, uno de ellos se quejó de lo extraordinariamente pesada que era la puerta de entrada y del gran esfuerzo que había que hacer para abrirla.
-¿De veras?- le preguntó Edison fingiendo asombro.
-¿Pero es que no lo has notado? Creo que deberías arreglarla.
-Bueno, el caso es que la arreglé hace poco. Puse un mecanismo…
-Que no sirve para nada- lo atajó el amigo resueltamente-.
-Te equivocas, este es uno de mis mejores inventos; cada vez que se abre la puerta, el mecanismo saca del pozo cinco litros de agua. Así, gracias a los que entran y salen, tengo siempre lleno el depósito del jardín.