Gandhi, Mohandas (1869- 1948) IDEAL- SABIDURÍA- SANTIDAD- PATRIOTISMO

En 1922, Gandhi fue condenado a seis años de prisión por aconsejar a la India la desafección a Inglaterra.

Tanto el Juez como el acusado discutieron caballerosamente, un clima de nobleza y de respeto mutuos que no impidió a Gandhi precisar severamente sus quejas, por lo que a veces parecía ser el acusador.

El juez, dictando la sentencia en frases tan gentiles como las de Gandhi, expresó:

-Es imposible ignorar que a los ojos de millones de compatriotas es usted un gran político y un gran jefe. Todos, hasta los que no participan en sus opiniones, le consideran como un a hombre de alto ideal, de vida noble y sana.

Enrique IV NOTICIA- CABALLO- ESTRATEGEMA

Enrique IV era muy aficionado a los caballos y tenía siempre su favorito. A uno de ellos lo quería tanto, que llegó a decir que ordenaría encerrar a prisión a quien le diera la noticia de su muerte. Cuando el caballo falleció, nadie se atrevía a comunicarle tal fatal noticia, por temor a que cumpliera su promesa. Uno de los ayudantes del campo, haciendo gala de su hábil mente, se acercó entonces al soberano, y comenzó a decirle.

-¡Su caballo, señor, su hermoso caballo…!

El rey se sobresaltó enseguida.

-¿Qué le pasa a mi caballo?

Y el otro repetía sin añadir nada más:

-¡Su caballo, señor, su tan querido caballo…!

Hasta que el rey, adivinando lo ocurrido, dijo:

-¡Ha muerto! ¿verdad? Lo sé. ¡Ha muerto!

Como con esta sencilla estratagema fue el rey quien dio por hecho el desdichado suceso, su ayudante no fue a prisión como el soberano lo había sentenciado.

Carvajal, Francisco (1464-1548) TEMOR- PRINCIPIOS- SENTIMIENTO

En 1554 se apoderó de Lima con cincuenta de los suyos y puso en prisión a cuantos sospechaba desafectados a la causa que defendía, ahorcando a un par de los que eran más involucrados.

Seguidamente, invitó a los licenciados componentes de la Real Audiencia a reconocer en solemne acata al Muy Magnífico Gózalo Pizarro como gobernador. El reconocimiento fue unánime, pero el anciano oidor Zárate, por encima de su firma dejó escrito: “Juro a Dios, a esta cruz y a las palabras de los Santos Evangelio, que firmo por tres motivos: por miedo, por miedo, por miedo”.

“Los tres motivos del oidor” llegaron a hacerse famosos en Lima, cuando se necesitaba expresar alguna conducta en circunstancias más o menos parecidos a la relatada.