Rockefeller, John D. PROPINAS- AVARICIA

Rockefeller daba siempre pequeñas propinas. En una ocasión el propietario de un restaurante, se decició a decirle:

-Señor Rockefeller, si yo tuviera tantos millones como usted no escatimaría al dar propina.

-Muy buena sugerencia, pero si no hubiera ahorrado en todo, hasta en las propinas que he dado a través de mi vida, es posible que ahora no estuviera hablando usted con un millonario.

Montes, Lola (1818-1861) PODERÍO- IMPOSICIÓN

La belleza de Lola se acarreó a más de un triste episodio a su inquieta vida. Bailaba una vez en Varsovia, que estaba  entonces sometida a Rusia, bajo la autoridad del virrey Paskievich. El rey estuvo en el teatro, la vio y le gustó como mujer. Sin pensarlo mucho se fue al camerino a proponerle que fuera su amante, asegurándole que la tendría como una reina. Por supuesto que Lola se negó, asqueada ante la brutal proposición y la repugnante figura del virrey. Éste salió del camerino muy ofendido. El director del vio venir la catástrofe:

-Lola, por favor acepte. Este hombre nos puede arruinar.

-Pues entonces que lo acepte su mujer.

-Déjese de bromas y recapacite. Es el dueño de toda Polonia.

-Y eso qué, yo soy española, y soy dueña de mi persona.

Paskievich organizó a un grupo de policías maleantes para que silbaran a la bailarina.

-¡La ruina! Esto será mi perdición- dijo el director desesperado.

-Despreocúpese que les hablaré.

-¡No por favor! Sería peor

Lola salió otra vez a bailar y fue de nuevo recibida con silbidos. Entonces avanzó hasta las candilejas y bailó despacio.

-Distinguido público: me silban por orden del virrey. ¿Y a qué no saben por qué? Pues porque me ha hecho proposiciones deshonestas y las he rechazado ¿Acaso no es esto un miserable chantaje?

La policía desapareció y el espectáculo pudo continuar. Pero esta noche fueron a detenerla. Lola los recibió pistola en mano y les amenazó con divulgar la historia por toda Europa. Aquella noche se marcharon y entonces pudo refugiarse en el Consulado francés. Al día siguiente pasó la frontera.

Liszt, Franz (1811-1886) PAZ- DINERO- PROPOSICIÓN

Unos meses antes de su muerte, a los setenta y cuatro años de edad, un famoso empresario le ofreció dos millones de marcos para que tocara una serie de conciertos en los Estados Unidos. El músico, luego de pensarlos unos minutos le respondió:

-Lo siento, no puedo aceptar. Estoy agotado, necesito paz.

-¡Pero son dos millones…!

-¿Para qué quiero tanto dinero? El dinero no me devolverá cuanto me ha quitado la vida misma.