Luis XIV (1638-1715) AMBICIÓN- ESTRATEGEMA

El monarca conocía que uno de los cortesanos era muy ambicioso. Un día, como al descuido, Luis le preguntó:

-¿Sabe usted español?

-No señor, pero…

-cuanto lo siento, porque…

Y de inmediato el rey habló de otra cosa como para dejar su observación nen la mayor incógnita. El cortesano pensó que quizás el soberano tenía intenciones de mandarlo de embajador a España. Y comenzó de inmediato a estudiar el español. Unos meses después ya lo hablaba. Entonces, se presentó ante el monarca y le dijo:

-Majestad, mucho me satisface poderle dar una noticia: ya aprendí el español.

-¿Lo suficiente para entender a los españoles?- preguntó el soberano gozando internamente la situación que había creado.

-Sí, Majestad, se lo aseguro.

-Y para leer. ¿Entiende suficientemente lo que los españoles escriben?

-Sí, Majestad- afirmaba el servil cortesano con una expresión de codicia.

-Pues deseo darle un buen consejo- dijo palmeándoles el hombro,- lea el Don Quijote en su versión original. Es un magnífico libro.

Y dando por terminada la conversación, dio media vuelta y se alejó sorprendido del cortesano.

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Carlomagno (742-814) HERENCIA- OBEDIENCIA

Carlomagno tuvo tres hijos: Gobante, Luis y Lotario. Ya viejo, reunió a sus tres hijos, partió en tres pedazos grandes la manzana y ordenó a sus hijos que abrieran la soca para meterles en ella, a cada uno, el trozo de la manzana que le correspondía. El hijo Gobante no lo quiso hacer y se marchó diciendo que todo aquello era una ridiculez. Los otros dos obedecieron. Carlomagno invistió al Luis como Rey de Francia, a Lotario como duque de Lorena, y dejó sin nada a Gobante.