Un amigo del genial escritor hacía comentarios acerca de la inmortalidad, la gloria y la fama que alcanzaría el prodigioso escritor, a lo que Lope le preguntó:
-¿Inmortal? ¿Cómo puedo saberlo? Y si ahora no lo sé, ¿qué me importa la inmortalidad? Gloria, gloria… Tengo escritas novecientas comedias, doce libros en prosa y varios volúmenes en verso. ¿Qué es lo que he conseguido con todo esto? Tener algunos enemigos y nada más.
-Pero dentro de muchos siglos todavía hablarán de ti.
-Cosa que sólo servirá para molestar a los que entonces estudien literatura, y que a mí, me tiene completamente sin cuidado.
Y dando por terminada la conversación, dio media vuelta y se marchó.