Sarmiento, Domingo F (1811-1888) IDEAS- PATRIOTISMO

La madre de Sarmiento había suplicado al tirano Rosas el retorno a su pueblo natal del hijo que se hallaba exiliado en Chile. Pero el joven, en cuanto volvió a su patria y se percató de que la tiranía era cada vez más cruel, comenzó a luchar con nuevo ímpetu. Y otra vez tuvo que pasar la frontera, desterrado, por orden del tirano.

Cuando iba a traspasar el límite de su querida tierra, escribipó en la puerta de un rancho en el que se veía el escudo argentino: On ne tue pas les idées (las ideas no mueren).

Dos arrieros que contemplaban asombrados lo que para ello era un extraño jeroglífico, le advirtieron en son de burla que en cuanto lloviera se borraría lo que había escrito, a lo que Sarmiento respondió:

-Lo que yo he escrito no se borrará jamás.

Montes, Lola (1818-1861) AGRESIVIDAD- CABALLO- DEFENSA

Actuaba en Berlín con motivos de las grandes maniobras organizadas por Federico Guillermo IV en honor al zar. Asustado por las salvas de artillería, el caballo de Lola se lanzó al galope contra el estrado real. Un gendarme lo detuvo y lo golpeó. La bailarina, frenética, le propinó un latigazo en el rostro al gendarme, y huyó al galope. Al día siguiente, la policía acudió a su casa con una multa por lo ocurrido. Lola rompió el paper y arrojó a los agente los trozos a la cara, tras lo cual tuvo que salir del país de inmediato.

Alfonso XIII (1886-1941) CHANTAJE

Se cuenta que Alfonso XIII no fue un niño demasiado fácil. Aunque no rebelde, era muy travieso y obstinado en sus caprichos de niño. Su madre lo amenazaba con castigarlo encerrándolo en una habitación oscura. Un día, cansada ya, cumplió la amenaza. Pero cuando se vio encerrado, el niño empezó a gritar:

-¡Viva la República! ¡Viva la República!

La madre horrorizada le abrió la puerta enseguida. Desde entonces, cuando no lo dejaban hacer su voluntad, repetía el mismo grito:

-¡Viva la Republicaaa…!