Robespierre, hijo de un abogado, estaba considerado el muchacho más inteligente de su clase. Cuando la coronación de Luis XVI, fue seleccionado por sus profesores para ofrecer un discurso en honor al rey, que años más tarde condenaría a la guillotina.
Después en plena revolución, Mirabeau decía de Robespierre:
-Toda la fuerza de este hombre radica en su sinceridad. Es una de las pocas personas que creen de buena fe en todo lo que dicen