Maurois, André (1885-1967) ÉXITO- FRACASO

Se hallaba una vez en un teatro donde daban un vodevil muy malo, pero que contó con mucho éxito por parte del público. Al parecer, a la salida, Maurois comentó con uno de sus amigos:

-Lo siento por el autor, está perdido.

-¡Cómo puede ser, si es un éxito!

-Precisamente. Cualquier buen autor es capaz de superar un fracaso. Pero es muy difícil que un mal autor sea capaz de superar un éxito. Está completamente perdido.

Bretón, Tomás (1850-1923) AMARGURA

Se le censuraba que la mayoría de sus obras pecaban de profusas, confusas y pesadas,… No ignoraba estos juicios donde Tomás, y con tal amargura y la de verse apartado del conservatorio, donde tan magnífica labor veía realizando, en el apogeo de sus facultades, falleció:

Diez años antes de tan triste fecha, se estrenó en el Teatro Real de Madrid, Parsifal, la famosa obra wagneriana. La expectación era enorme. Con la representación llenaba parte de la tarde y de noche, y las reglas de etiqueta se observaban muy severamente, los aristocráticos abandonados al regio coliseo tuvieron que cambiarse de ropa aprovechando un entreacto. Algunos lo hicieron en el interior de sus coches, …, lo cual fue un divertido acontecimiento.

Sin embargo, menos diversión halló la mayoría en la partitura de Wagner, aunque otra cosa aparentaron. Bretón, que asistía al estreno, no se contuvo, y al terminar la presentación se le oyó decir, con un vozarrón característico, en el grupo de amigos que lo acompañaba:

-¡Miren ustedes, si ahora me descubrieran que Parsifal, lo he escrito yo…!

Y lo cierto es que la gran obra wagneriana se sostuvo en los carteles del Real mucho más tiempo que las obras de Bretón.