Cuando la famosa actriz recibió su primer papel, no dejó de sentir cierta inquietud al saber que trabajaría que trabajaría con Spencer Tracy, un astro de la pantalla que gozaba ya de extraordinario prestigio. El primer día de actuación en la que debía actuar junto al reconocido astro de la pantalla, estaba tan nerviosa, que decididamente entró en el escenario, tratando de ocultar su inquietud, decidida a dominar la situación. Miró Tracy un momento y luego dijo, con voz firme.
-¡Oh, señor Tracy, cuanto lo siento. Me temo que soy demasiado alta para usted!
Spencer la miró de arriba abajo con una mirada impactante, y le contestó resueltamente algo que dejó a la joven más asustada cuando entró:
-No se preocupe por esto. Pronto lo haré sentirse mucha más pequeña.