Calígula (12-41) VALENTÍA

Un augurio había anunciado a Calígula que tan difícil le sería llegar al emperador como cruzar a caballo la bahía de Nápoles. Llegó a coronarse emperador, aunque sólo por cuatro años. Entonces se propuso para desmentir al oráculo, cruzar a caballo la bahía de Nápoles. Para ello tuvo que situar en la bahía alrededor de cuatro mil embarcaciones y unirlas unas a otras de manera de puente. Encima de las embarcaciones mandó a poner largos tablones y toneladas de arena para evitar resbalones a los caballos. El puente tenía nueve kilómetros de longitud, pero Calígula cruzó la bahía por caballo por aquel puente, seguido de su caballería y sus carros de guerra.

Fernando VII (1784-1833) VALENTÍA- SINCERIDAD

Cuando Fernando VII regresó a España, se presentó Juan Martín el Empecinado a felicitar. El valiente guerrillero miraba con sorpresa a los cortesanos, y el monarca, que tanto placer sentía poniendo en ridículo a cualquiera, para desconcentrar aquel intrépido hombre, le dijo, con burlona sonrisa:

-Éstos son los grandes de mi corte. Supongo que no conocerás a ninguno.

-En efecto, señor- contestó el Empecinado-; a ninguno de estos señores conozco, porque no los he visto tomar parte en la campaña contra el invasor, a quien al fin hemos echado.

César, Julio (102-44 aJC) TRAICIÓN- MUERTE

César murió a manos de un grupo de conspirados, entre los que estaba su hijo adoptivo Bruto. Cuenta Plutarco que, pocos días antes, le advirtieron del peligro, diciéndolo que tomara precauciones, pues algo se tramaba contra él, a lo que replicó:

-Prefiero morir de una vez que vivir con miedo a la muerte.

Calígula (12-41) VALENTÍA

Un augurio había anunciado a Calígula que tan difícil le sería llegar al emperador como cruzar a caballo la bahía de Nápoles. Llegó a coronarse emperador, aunque sólo por cuatro años. Entonces se propuso para desmentir al oráculo, cruzar a caballo la bahía de Nápoles. Para ello tuvo que situar en la bahía alrededor de cuatro mil embarcaciones y unirlas unas a otras de manera de puente. Encima de las embarcaciones mandó a poner largos tablones y toneladas de arena para evitar resbalones a los caballos. El puente tenía nueve kilómetros de longitud, pero Calígula cruzó la bahía por caballo por aquel puente, seguido de su caballería y sus carros de guerra.

Bolívar, Simón (1783-1830) VALENTÍA- SALVAMENTO

Simón Bolívar era muy sensible a la belleza femenina, por lo que se cuentan muchas y muy picantes anécdotas. Pero aquí se trata del valor de una mujer que le salvó la vida al Libertador. En la noche de septiembre de 1828, estalló una conjura contra Bolívar, que se hallaba descansando tranquilamente en el palacio de San Carlos, de Bogotá, junto a Manolita Suárez, bella joven de veinticuatro años, a quien él casi le doblaba la edad.  Los conjurados, que habían decidido asesinar al Libertador, arrollaron a la guardia del Palacio, pasando por encima de varios cadáveres. Al ruido de la lucha se despertó la confiada pareja, y Bolívar, llevado de su ímpetu, requirió las armas y se aprestó a la lucha.

Manolita, con energía, le pidió que se escapara, por la ventana del aposento, mientras que ella salía para encontrarse con los asaltantes. Lo de que llevaba una espada desnuda en la mano no es muy seguro…, pero al parecer, la muchacha tenía solamente su valor, y estaba decidida a ganar tiempo a fin que bolívar pudiera alejarse del palacio y reunirse con sus amigos.

Requerida por los conjurados para que dejara el paso libre, Manolita ofreció a guiarlos hasta la habitación donde el general, según les dijo, se hallaba acostado condiciones de que no lo matara. Los conjurados no dudaron en prometerlo, entonces Manolita hizo pasar a los asaltantes a otra habitación, y luego a otra, después  a un pasillo… bajaron por la escalera, saliendo a una galería, volvieron a subir por otra escalera y , cuando la paciencia de aquello hombres estaba a punto de agotarse, Manolita se detuvo ante una puerta, y dijo:

-Aquí es.

Abrió con todo género de precauciones, el aposento se encontraba vacío, la ventana abierta.

-En cuanto les oímos, Bolívar salió por la ventana. Ahora ya está lejos. Pueden hacer de mi lo que quieran, porque todo ha sido obra mía.

Temerosos los conjurados de ser sorprendidos por Bolívar que sin dudas no volvería solo, se apresuraban a dejar el palacio. En tanto, Bolívar, había dado el grito de alarma y, enterado el pueblo de lo sucedido, lo aclamó frenéticamente en la plaza. De esta manera conquistó la bella Manolita o Manolita la Bella , el título de “libertadora del libertador”.

Baquedano, Manuel (1826-1897) RESPUESTA- VALENTÍA

General_Manuel_BaquedanoCierto sargento del ejército, además de valiente era un tanto aficionado a la bebida, lo que unido a la natural euforia por un galardón alcanzado por su intrepidez, dio a que en dicha ocasión se embriagara lamentablemente.

En ese estado, se vio precisado a comparecer ante el general Manuel Baquedano, que dirigía las fuerzas chilenas durante esa contienda, y éste, antes que todo, lo reprendió por haberse prendido la medalla en el lado derecho.

-¿No sabes que las medallas se llevan del lado del corazón?

El sargento que había hecho un esfuerzo extraordinario por parecer sereno, contestó:

-Sí mi general; pero es que los chilenos tenemos el corazón tan grande que abarca todo el pecho

Etiquetas: Bebida, medallas, corazón, chilenos, respuesta, valentía

Manuel Belgrano – patriotismo

manuel_belgranoComo iniciador de la independencia de su patria, es natural que en la biografía de este general argentino abunden anécdotas de abnegación sacrificio, honor y defensa de la misma.

Una de las más elocuentes, y de las últimas que marcaron su gloriosa existencia, se produjo en Santa Fe, provincia de la que hubo de trasladarse en virtud de órdenes superiores, y que a la sazón estaba envenenada por las luchas intestinas. Allí, precisamente, empezó a manifestársele la hidropesía que el año siguiente puso prematuro fin a sus días.

Era la noche del 12 de noviembre de 1819. Un grupo de oficiales, cuyos sentimientos e intenciones conocía, hicieron irrupción en su aposento.

-¿Qué quieren? -es dijo- ¿mi vida¿ Tómenla, se ha de servir como lazo de unión entre hermanos.

Estas palabras, serenas y amargas, tuvieron la vitud de desarmar a aquellos exaltados.